Realizar ejercicio terapéutico, planificado y guiado a partir de profesionales es un excelente aliado para prevenir o mejorar multitud de patologías.
Es muy importante que los programas de ejercicio, así como cualquier otra terapia, se individualicen, ya que cada uno somos diferente. Y, por consiguiente, iniciarnos en el entrenamiento a mayor intensidad de la necesaria puede conllevar a lesiones, aumentando así la percepción del dolor.
Si sufres dolor lumbar, debes saber que es uno de los más frecuentes entre la población y que el ejercicio terapéutico es la terapia con mayor evidencia a largo plazo para la solución de este problema. Es eficaz para la disminución del dolor, mejora la potenciación muscular y el control motor; mejorando así nuestra calidad de vida.
También debes conocer que no desaparece de una semana a otra, y que la adherencia al tratamiento ha de ser alta, manteniendo una progresión e individualización en nuestro entrenamiento. Es decir, no podemos entrenar como nuestr@ vecin@, amig@ o atlet@ favorit@ ya que no somos como ellos y, como hemos dicho antes, si lo hacemos de esta manera, correremos con el riesgo de una lesión… Así que, déjate aconsejar por tu fisioterapeuta y hazle caso.
Por último, recordar que no hay que ver el ejercicio como un suplicio, si no que lo tenemos que realizar a la vez que nos divertimos. Por lo tanto, ¡no dejes que te prohíban realizar el deporte o la actividad que te guste!